lunes, 28 de marzo de 2011

La mitocondria y el corazón

El artículo nos menciona que existen evidencias que demuestran que la apoptosis, que conduce a la perdida de células cardiacas y al remodelamiento del ventrículo izquierdo, constituye un hecho significativo de la insuficiencia cardiaca en pacientes con miocardioplastia dilatada y en modelos animales. Cada vez existe mayor acuerdo en el reconocimiento de que las mitocondrias desempeñan un papel fundamental en las fases tempranas de la apoptosis. En la vía mitocondrial al citosol de proteínas proapoptosicas, citocromo C y factor inductor e apoptosis es un hecho crucial en la puesta en marca de la subsiguiente cascada de cambios citoplasmáticos, incluida la activación de las cisteína-aspartato proteasas (capasas) y endonucleasas nucleares que desencadenan la muerte celular. Una gran cantidad de cambios o parámetros fisiológicos puede tener influencia sobre las actividades enzimáticas mitocondriales. Así por ejemplo el grado de ejercicio y condicionamiento, así como el aumento del estrés isquémico, pueden ejercer un gran impacto sobre la actividad de las enzimas mitocondriales. En las miocardiopatias se han documentado defectos discretos de la fosforilación oxidativa mitocondrial o deficiencias en la cadena respiratoria. Tanto la miocardiopatia dilatada como la hipertrófica se encuentran acompañadas frecuentemente por niveles defectuosos de las actividades enzimáticas de la fosforilación oxidativa y la cadena respiratoria.Cuando el suplemento de oxigeno es limitado, como ocurre durante la isquemia miocárdica, la fosforilación oxidativa y el flujo del transporte electrónico declinan, se produce una depleción rápida de las reservas de creatina fosfato, disminuyen la oxidación del piruvato y los ácidos grasos y se deterioran la producción de ATP. La hidrólisis del ATP derivado de la glucolisis y la acumulación e lactato conducen a una disminución del pH intracelular y al desarrollo de acidosis intracelular, lo que ejerce un efecto inhibitorio directo sobre la  función contráctil. El AMP y otro metabólitos se acumulan, y esto da lugar a la aparición de edema mitocondrial y degeneración  progresiva. Además la isquemia miocárdica produce una disminución de los valores de los complejos respiratorios. La isquemia sostenida acaba por producir depleción de ATP y muerte celular necrótica. Paradojamente las mitocondrias funcionales pueden exacerbar el año isquémico, especialmente al comienzo de la reperfusión. Durante la reperfusión se produce un aumento el influjo de ácidos grasos y un desequilibrio de la oxidación de los ácidos grasos, lo que da lugar a un exceso de acetil CoA que satura el ciclo de los ácidos tricarboxilicos a  expensas de la oxidación de glucosa y piruvato que al final resulta inhibido.

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